El desarrollo de las nuevas tecnologías ha permitido que cada vez se desarrollen los sistemas más avanzados a la hora de facilitar el trabajo de investigación a profesionales como los detectives.
Los más curiosos productos tecnológicos son usados por estos profesionales, fabricados con un tamaño reducido, con diseños inspirados en objetos fácilmente camuflables y con una calidad excelente en cuanto a uso y funcionamiento. Es el caso de una de las herramientas más utilizadas por los detectives, como son las cámaras de detección de movimiento.
Estas pequeñas videocámaras se utilizan para realizar la labor de espionaje y para la vigilancia oculta y se caracterizan por ser prácticamente indetectables, de ahí el hecho de que se fabriquen con un sistema inalámbrico de alto alcance, para evitar cables o cualquier otro elemento que las haga fácilmente visibles. Suelen estar camufladas en objetos cotidianos que están perfectamente libres de toda sospecha. Es el caso de las videocámaras que se camuflan en plantas decorativas, detectores de humos o en sitios tan inusuales como puede ser el botón de una chaqueta, unas gafas o un bolígrafo.
Estas cámaras se activan cuando detectan la presencia de un sujeto y pueden configurarse con diferentes opciones. Registran la fecha y hora en la que detectaron la primera imagen, así como la duración de un vídeo completo. Puedes elegir entre hacer la grabación con sonido o hacerla en silencio y puede grabar en color o en blanco y negro, además de otras muchas funcionalidades
Generalmente los datos se almacenan en una tarjeta de memoria y se pueden visualizar las imágenes a través de cualquier dispositivo de imagen, ya sea un monitor de televisión, un ordenador, etc.
Los precios de estos aparatos pueden variar en función de las opciones de uso que tenga la cámara, estos precios oscilan desde los 100 euros que cuesta un video grabador oculto en una gorra, hasta los 500 euros que pude costar un detector de presencia con videocámara 3G, camuflada en un aparato de detección de humos instalado en el techo.
Todo un mundo de innovaciones tecnológicas dentro de pequeños aparatos que facilitan en gran medida el trabajo de los detectives.
Foto: Balear de Informaciones