La información es unos de los instrumentos clave que todo buen detective debe saber manejar, ya que es el producto que tiene más valor en su negocio.
El detective para poder justificar la información que ofrece a su cliente, puede aportar diversas pruebas físicas como son, fotografías, grabaciones en video, de voz, contratos, documentos oficiales, entre otros.
Pero existen otras pruebas que son más difíciles de aportar, estamos hablando de toda aquella información generada por el uso de las nuevas tecnologías, principalmente Internet, de donde se pueden recabar muchos más datos, contactar con nuevos clientes, cobrarles, y hasta pagar la nomina e impuestos. Contratar un viaje, reservar plaza en un hotel, alquilar un coche, comprar camisas a medida, etc.
Pero esta tecnologización se ha convertido en un inconveniente para la seguridad de la información, como es la fuga de datos, o consultas que están por fuera de las políticas que se establecen en los reglamentos, y que la mayoría de los casos, son los principales causante de los fraudes y robos, que además de provocarnos perdidas importantes de dinero, también pueden suplantarnos la identidad
La función del detective es esencial para unificar pruebas, y poderlas presentar en un juicio, tanto si nuestro cliente es víctima o acusado.
En realidad no es nada fácil defender una prueba electrónica, ya que no podemos demostrar si fue manipulada con antelación. O bien que esa información no fue modificada para ser usada como prueba del caso.
¿Cómo podemos demostrar que no se generó, o se retocó la información que se encuentra en este medio?
Actualmente los tribunales españoles están modificando sus leyes para incluir todas estas problemáticas. Aunque todavía queda un largo camino por recorrer.
Es necesario que se creen políticas referidas al uso de la información, además de contratos de trabajo en los que se especifique los ordenadores que cada uno de los empliados utiliza, ya que de esta forma, siempre que se necesite se van a poder analizar los datos.
Un buen detective debe saber qué buscar y cómo buscarlo, adaptándose a los nuevos medios donde se genera la información, y formándose adecuadamente para entender y utilizar los nuevos sistemas.