La mayoría de los casos en los que los gerentes acuden a la experiencia de los detectives privados son: absentismo laboral injustificado y reiterado, competencia desleal, robo de material o el abuso de horas sindicales realizadas por los enlaces sindicales, son las causas más habituales.
Las empresas deciden contratar los servicios de una agencia de detectives privados cuando tienen indicios de situaciones anómalas, debido al bajo rendimiento del departamento comercial donde las ventas disminuyen, como el aumento del absentismo laboral, los actos de competencia desleal por parte de directivos de la compañía, o la mala praxis en el departamento de compras de la compañía.
Ante los indicios de un fraude empresarial, lo que nunca debe hacer la compañía es pensar que la situación se solucionará por sí sola, ya que lo único que conseguirá es perjudicar a la empresa e incrementar su nivel de pérdidas de forma considerable. El tiempo juega en contra de la empresa, así que cuando se tengan las primeras sospechas de estafa por parte de algunos de sus trabajadores, es necesario investigar. De esta forma, se consiguen reducir los perjuicios económicos del engaño.