Las exigencias para ser detective privado son sensiblemente diferentes en los diversos países europeos y, a la espera de una legislación que unifique los requisitos y los límites de la profesión en todo en territorio continental, existe una clara diferencia a la hora de conseguir las licencias y también en la cualificación de los profesionales del sector.
Estas diferencias se convierten en un problema en el momento en el que un detective privado necesita trasladar o extender su actividad a un país distinto del que ha cursado los estudios. Por esto los investigadores quieren ser iguales en toda la Unión Europea y desean encontrar soluciones para conseguir pactar y establecer unos criterios concretos a la hora de obtener las licencias. Por todo ello, desde hace algunos años los profesionales del sector piden una unificación de criterios que evite incoherencias.
En España, según establece el Ministerio del Interior, para ejercer de detective privado es necesario, entre otras cosas, haber cursado 3 años de Investigación Privada a nivel universitario, siendo una profesión especialmente regulada por diversos textos legales, en especial la Ley 23/1992 de Seguridad Privada.
No obstante, en Francia, las exigencias son menores. De hecho, hasta 2003 era suficiente tener la nacionalidad francesa o provenir de un país de la Unión Europea, así como no tener antecedentes penales que atentaran al honor o a la integridad, ya que el oficio de detective privado se consideraba una profesión liberal.
Esto cambió con un decreto de 2005 que estipula que sólo las formaciones homologadas y que se encuentren inscritas en la lista del Repertorio Nacional de Certificación Profesional (RNCP) del Ministerio del Interior, permiten ejercer esta profesión. Los detectives franceses en activo desde antes de 2005 reciben los documentos pertinentes para garantizar esta formación.
En Italia, por su parte, es necesario conseguir una licencia expedida por el Prefecto de Policía de cada Provincia. Para conseguir una de estas licencias es necesario realizar una solicitud donde, entre otras cosas, se acredite una experiencia profesional específica para garantizar el correcto desempeño de la actividad, el lugar de residencia, la nacionalidad, etc.
Estas diferencias puedan provocar perjuicios innecesarios a los detectives que trasladen o extiendan su actividad a un país ajeno al de su procedencia. También puede facilitar que haya algún caso de expedición de licencias de detective en países donde la legislación pueda ser más permisiva. Es en ese sentido que muchos colectivos de detectives piden coordinación y criteros comunes en los países de la Unión Europea para evitar este tipo de situaciones.