Como ya indicamos en nuestro post del 26 de noviembre de 2013, aproximadamente uno de cada tres españoles/as ha sido infiel a su pareja en alguna ocasión. Otro dato interesante que reflejan los estudios es que el verano y las vacaciones son la época del año en las que somos más infieles. Respecto al sexo, tradicionalmente los hombres han sido más infieles que las mujeres, o por lo menos, lo reconocen más.
Las fuentes principales para conocer datos oficiales sobre infidelidades son la Encuesta sobre Adulterio elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en el año 1995 y la Encuesta de Actitudes y Prácticas Sexuales, publicada por el CIS en el 2008. En ambas estadísticas, se aprecia una diferencia notable entre hombres y mujeres. Así, por cada mujer que es infiel o por cada esposa infiel, hay tres hombres o tres maridos infieles.
Sin embargo, algunos estudios no oficiales muestran que la infidelidad en mujeres sube y la de los hombres no baja. Entre esos estudios más recientes sobre las infidelidades, realizados por consultoras privadas, tenemos el elaborado por la empresa privada Sondea. Sondea elaboró su estudio sobre una muestra de más de 3.700 españoles de entre 18 y 55 años para la empresa Nordic Mist. Este estudio indica que uno de cada tres españoles (un 36%) ha sido infiel alguna vez. El porcentaje de hombres (37%) y de mujeres (35%) que reconocen haber sido infiel en alguna ocasión a su pareja es similar, aunque son las mujeres las más arrepentidas y las que piensan que no lo volverían a repetir. También se aprecia en estas estadísticas, que a mayor edad se observa un aumento del porcentaje de personas que le han sido infieles a sus parejas, y también que lo volverían a hacer.
En primer lugar debemos saber que la mayoría de los expertos que trabajamos con situaciones de infidelidades, reconocemos dos tipos básicos y fundamentales de infidelidades:
- Infidelidad puntual y esporádica
Este tipo de infidelidad se basa únicamente en el sexo, es el típico desliz en el cual ninguna de las personas que han mantenidos relaciones vuelve a contactar. Esta clase de infidelidades resulta fácil de ocultar, ya que no vuelve a repetirse. Un ejemplo de este tipo de infidelidades esporádicas es la que suele darse en época estival.
- Infidelidad de compromiso
Este tipo de infidelidad es duradera y se prolonga durante un periodo de tiempo determinado, incluso puede convertirse en la nueva relación estable. No se basa únicamente en el sexo, sino que intervienen sentimientos y, en ocasiones, otros intereses. El mantenimiento de esta relación conlleva la aparición de la figura del amante con quien la persona infiel adquiere un nivel bastante considerable de compromiso.
Caso distinto son aquellas personas que son infieles reiteradamente, aunque con distintas personas. Es decir: mantienen relaciones con personas distintas cada vez, a espaldas de su pareja habitual. Este tipo de situaciones, al igual que sucede con las infidelidades de compromiso, son las que generan unas conductas o comportamientos más fáciles de detectar. Además, son los casos que suscitan más servicios entre detectives privados.
Las vacaciones de verano son un riesgo real para las parejas. Los estudios ponen de manifiesto que durante el verano estamos más predispuestas a tener una aventura extramatrimonial. El quid de la cuestión reside en que hasta un 60% de los españoles/as considera que en el verano es más fácil y probable cometer una infidelidad. Además, hombres y mujeres por una vez se ponen de acuerdo y coinciden en esta afirmación, aunque eso sí, no en la misma proporción: un 70% de varones frente al 56% femenino. Si partimos ya de esta convicción, lo probable es que estemos más abiertos, receptivos y desinhibidos. Este hecho se traduce en que el 20% de los españoles/as hemos puesto alguna vez los cuernos durante la época estival.
Otra encuesta, la realizada por la web Clan 2000, una página web gratuita para singles, eleva el porcentaje de españoles/as que cree que en verano es más fácil ligar hasta el 80%. Según esta encuesta un 23% de los hombres admite haber sido infiel durante el verano, mientras que solamente un 12.5% de las mujeres ha reconocido esta conducta.
Como señalábamos, ese pensamiento o creencia según la cual durante el verano estamos más predispuestas a tener una aventura extramatrimonial, es la justificación de la conducta en sí. El relax, la desinhibición, las escapadas y los viajes ofrecen la excusa ideal para justificar un desliz.
En Cómo afrontar una infidelidad vimos unas conductas, parecidas en hombres y mujeres, que pueden revelar si nuestra pareja está siendo infiel: falta de comunicación, distanciamiento, evasión del sexo con la pareja, recepción de llamadas, mensajes, sms’, mails que trata de ocultar, ausencias de casa cada vez más frecuentes y prolongadas, excusas, mayor preocupación por su aspecto físico, cambio en rutinas y gustos, incluso cambios de look.
Esos cambios de rutina, la separación en la pareja (cuando uno de los dos se queda trabajando en la ciudad o cuando uno de los dos va a visitar a su familia) y esa mayor preocupación por el aspecto físico, son hechos que ya se dan de por sí en verano. Es decir: hay un marco propiciatorio, en el cual una infidelidad podría enmascararse perfectamente.
Las encuestas anteriormente señaladas revelan que un 40% de los encuestados considera que la causa principal de las infidelidades estivales está en la mayor desinhibición. Otro elemento considerado como causante para los encuestados es la lejanía física de las parejas. Otra razón, señalada por un 10% de los encuestados es que los viajes y escapadas son más comunes durante la temporada estival; esto permite conocer gente nueva con ganas de divertirse y pasarlo bien sin ataduras ni compromisos. Por otro lado, hasta un 11% de los encuestados considera que la playa, lógicamente más frecuentada en verano, es un lugar propicio para conocer gente nueva.
Sin embargo, es durante las vacaciones cuando los conflictos y las discusiones son más frecuentes entre las parejas, ya que la convivencia más continua e intensa también conlleva este contrapunto. Durante el año se pasa más tiempo en el trabajo que juntos. Con la llegada de las vacaciones, la convivencia casi continua, 24h juntos, evidencia la incapacidad de muchas parejas de adaptarse. El 23,40% de los hombres reconoce sentirse asfixiado por la presión de su pareja durante las vacaciones.
Debemos saber que la mera sospecha de que tu pareja te está siendo infiel genera una tensión, un estrés que puede volverse insostenible. Esto lleva a un número considerable de personas a “espiar” a su propia pareja: hasta un 40% aproximadamente reconoce haber espiado alguna vez a su pareja o expareja (leer sus e-mails, sus mensajes de móvil, revisar sus llamadas, etc.) e incluso hay quienes les han vigilado. Sin embargo, como indicamos más adelante esto es ilegal. Si tenemos sospechas de que nuestra pareja nos es infiel, es necesario acudir a un profesional que nos asesore y trabaje dentro de los parámetros legales. Los detectives privados son los profesionales que pueden ayudarnos en estos casos.
Debemos recordar también que aproximadamente el 20% de las investigaciones que hoy en día llegan a una agencia de detectives son del ámbito familiar, y dentro de este ámbito son muy importantes las infidelidades.
Como siempre señalamos en Elche Detectives & Asociados, cada investigación es única y precisa su tiempo y su propio método. En el caso de una infidelidad, podemos distinguir tres fases. La primera fase se centra en la toma de contacto entre el cliente y su detective privado. Una vez que el cliente contacta con el detective, se concierta una cita entre ambos. En esta primera fase se recaba toda la información posible sobre el cónyuge o pareja supuestamente infiel. Esta información (horarios, lugares visitados, centro de trabajo, costumbres, personas o contactos que frecuenta…) es fundamental para que el detective privado elabore un plan de actuación. Además, el detective privado preguntará a su cliente si ha observado alguno de los cambios de conducta apuntados en el apartado anterior.
En una segunda fase, el detective elabora ese plan de actuación personalizado que resulte adecuado y efectivo y lo plantea siempre de mutuo acuerdo con su cliente. En el caso de una infidelidad, el plan de actuación se centra sobre todo en seguimiento y vigilancia, ya que lo que se pretende es obtener pruebas de dicha infidelidad. El detective ajusta los horarios o días de vigilancia y seguimiento a unos momentos determinados, en los que la pareja investigada pueda ser infiel. Así, vigilará especialmente las salidas sospechosas, en las que tras contrastar la información que el sujeto investigado ha dado a la pareja, se aprecia que es falsa. Por ejemplo: cuando la persona investigada dice tener una reunión en la oficina que le impide ir a comer a casa, cuando el detective le ve salir de su centro de trabajo.
La última fase consiste en la elaboración de un informe por parte del detective privado. Dicho informe contiene los datos detallados de la investigación realizada, así como un vídeo o fotografías de las pruebas obtenidas y las conclusiones a las que ha llegado el detective.
La colaboración del cliente que contrata el servicio de un detective privado, es fundamental como podemos desprender de todos los datos e información que facilitan el trabajo del investigador y ayudan a la resolución del caso. Pero no solamente nos referimos a esa información inicial, sino que el cliente debe informar de las ausencias de su pareja, sus posibles contradicciones, sus cambios de conducta, etc…
También recordamos, como apuntamos en los post anteriores dedicados a las infidelidades, que las nuevas tecnologías abren un nuevo escenario en la investigación de las infidelidades. Pero debemos recordar que cualquier tipo de acceso no autorizado a las comunicaciones privadas de un tercero es ilegal, de tal forma que no se puede conocer el contenido de los whatsapps, emails, etc. sin autorización de alguno de los emisores o destinatarios. Sólo un Juez puede ordenar la intervención de las telecomunicaciones.
Dicho esto, queda claro que no se podría realizar una investigación únicamente con la observación de la actividad telemática. Sin embargo, sí se podrá realizar una investigación vigilando la actividad en las redes sociales en las que el investigado participa con un perfil público: foros, chats, Facebook, Instagram, Twiter, etc. En ellas sí que podemos realizar una investigación de sus inserciones, de las personas con las que chatea, las que comenta y que le comentan, las que enlaza, las fotos en las que aparece, etc.
En cualquier caso, lo más aconsejable ante la sospecha de que nuestra pareja no es infiel y nos lo oculta, es acudir a un detective privado legalizado que, a partir de la información que le facilitemos, podrá aconsejarnos sobre cómo proceder legalmente para alcanzar el objetivo pretendido, siempre ajustándose a nuestro caso.
Más información:
- CIS, Encuesta sobre Adulterio elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Madrid, 1995.
- CIS, Encuesta de Actitudes y Prácticas Sexuales, Madrid, 2008. -LARRABURU, Isabel, “Infidelidad”, Isabel Larraburu
- Colegio Oficial de Detectives Privados de la Comunidad Valenciana
- GuiaDetectives.com
- Asociación Profesional de Detectives Privados de España
- Elche Detectives y Asociados