Acudir a los servicios de un Detective Privado suele parecer una cuestión muy delicada y que, sobre todo para los asuntos personales, genera una extrema desconfianza.
Los nervios previos a la primera llamada, las dudas, ese intento de no sentirnos excesivamente desconfiados, el pensar que quizás se nos están yendo los celos de las manos o nos estamos pasando con la vigilancia a nuestros hijos, por ejemplo.
Es una situación difícil en un momento difícil, pues generalmente la idea de contratar un detective lleva rondando por la cabeza desde que las conductas que nos preocupan comenzaron, pero no queremos dar el paso por miedo a sentirnos mal con nosotros mismos. Y es que la frase "nunca he contratado servicios de este tipo" suele repetirse en la mayoría de las consultas, y lo desconocido genera dudas.
Por esta razón, es muy importante la capacidad de empatía de la persona que le atiende, saber que un cliente llega a nosotros tras numerosas preguntas, nervioso, dudoso, desconfiado y perdido.
¿Qué encontrará tras la primera llamada?
En primer lugar, una persona dispuesta a escucharle, que le tratará con respeto y delicadeza, seguramente le pregunte qué es lo que le hace dudar, qué conductas ha notado que le generen esa desconfianza; no por entrometerse en su vida, es un primer paso para poder asesorarle correctamente.
Sepa que desde la primera llamada el Secreto Profesional es total y un Detective intentará molestarle lo menos posible y solucionar sus problemas con la mayor rapidez posible.
Le ofrecerán las opciones con las que poder resolver su conflicto, lo más adecuado, lo óptimo, los costes que tendrá el servicio, los métodos de actuación de la agencia y comprobará que un Detective es un profesional al que se le pueden preguntar todas las dudas que pasen por la cabeza, es más, debe preguntarlas y no quedarse con ninguna que pueda generar ansiedad o temor tras esta primera conversación.
Si se produce la firma del contrato, porque el profesional con el que ha hablado le genera confianza o se ajusta a su presupuesto, comprobará que durante los días del servicio, probablemente, el detective realizará en ocasiones funciones de un "casi amigo", pues le mantendrá informado, procurará calmarle, le enseñará a no tomar decisiones precipitadas, le sosegará y descubrirá la cualidad sin la que un Detective no podrá desempeñar su oficio: la paciencia, esa condición innata en estos profesionales, pues, como decía Isaac Newton:
"Si he hecho descubrimientos invaluables ha sido más por tener paciencia que cualquier otro talento"
No se preocupe, es peor el temor que genera la duda infinita, a poseer la información que demuestre nuestras sospechas o que nos permita volver a confiar en las personas que nos rodean.