A pesar de que no es fácil tomar la decisión de recurrir a un detective privado, ésta puede ser tu mejor decisión. Cuando recurras a una agencia de detectives, se te pedirán datos sobre la situación y se hará una cotización previa según el caso. Según los recursos empleados, el precio que se haya convenido puede variar durante la investigación ya sea por la cantidad de detectives que se requieran o el tiempo extra que pueda demorar la investigación.
La ayuda que puede ofrecer un detective privado depende de la situación en la que te encuentres. Si lo que buscas es investigar una infidelidad, el detective podrá hacer un seguimiento meticuloso de la persona, tomar fotografías o filmar vídeos y así encontrar pruebas incriminatorias.
Si el caso es un tema empresarial, el profesional también podrá hacer un seguimiento del empleado o socio involucrado. Algunas veces será necesaria realizar una búsqueda de documentos que puedan ofrecer pruebas sobre lo que se esté buscando. Para ello es necesario que contactes con otras empresas o personas que tengan algún tipo de relación con el caso. Muchas veces, cuando es necesario el contacto con posibles testigos, el detective tendrá que utilizar identidades falsas o ir a lugares públicos como bares o restaurantes. Los gastos en que se incurra en estos lugares también elevarán los honorarios del detective.
Con la llegada de la tecnología y de las comunicaciones digitales se amplió de gran manera el terreno de la investigación. Actividades como rastrear correos electrónicos, entrar a cuentas de correo o páginas de redes sociales y encontrar datos guardados en el ordenador tales como historiales de navegación o documentos ocultos, son hoy en día muy necesarias para la resolución satisfactoria de muchos casos que llegan a manos de detectives privados.
Con todas estas estrategias un detective privado puede ayudarte a resolver tu problema y, en última instancia, acudir a un profesional es siempre la mejor decisión.
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