Uno de los principales métodos de intervención para sonsacar la información deseada consiste en intervenir las llamadas, infiltrando micrófonos o cruzando líneas para inmiscuirse sin ser descubiertos en las conversaciones privadas. Para frenar esta intromisión y localizar las escuchas telefónicas puede contratarse a un equipo especializado de detectives, que gracias a su profesionalidad y a su amplia trayectoria en la materia conseguirán aislar la filtración sin poner en peligro la contravigilancia.
Revisar las líneas, los aparatos eléctricos e incluso los auriculares telefónicos para comprobar si han sido colocados otros dispositivos de intervención. Este constituye uno de los primeros movimientos a realizar por el equipo de detectives contratado, que examinará al detalle cada una de las partes del sistema de comunicación. Puesto que los aparatos de escucha telefónica suelen pasar desapercibidos y el individuo que investiga trata siempre de no dejar rastro es fundamental que contemos con un equipo especializado y con amplia experiencia en la exploración y el rastreo . Este tipo de dispositivos no sólo pueden haber sido colocados en la vivienda privada, sino que debido a motivaciones económicas lo más probable es que estén escondidos en las oficinas o los despachos de la empresa. Cualquier lugar, por pequeño que sea, es válido para albergar el diminuto tamaño de un micrófono oculto.
Mientras se desarrolla la contravigilancia, y para evitar que se desvelen conversaciones de cariz privado, es esencial que se empleen métodos de barrera que puedan frenar este tipo de intromisiones a la intimidad. Una de las técnicas más utilizadas es el envío intencionado de interferencias, que dificulta la comprensión del diálogo para que nadie pueda revelar su contenido. Para este fin, además del uso de inhibidores de frecuencia, pueden emplearse encriptadores telefónicos, que codificarán la llamada e impedirán que otras personas puedan acceder a su escucha.