En el ámbito familiar o privado se pueden verificar un cúmulo de cosas antes de tener que tomar ciertas decisiones. Para asegurarse antes de firmar un contrato matrimonial se puede verificar la identidad y datos de la persona, así como de su medio. Esto podrá ayudar a decidir si se hace un contrato prematrimonial de separación de bienes o no.
En el caso de los hijos, un detective puede comprobar si tienen malas compañías y si existen malos hábitos como toxicomanías, alcoholismo, ludopatía, drogodependencias y muchos otros problemas.
En el ámbito industrial o empresarial un detective privado te ayudará a detectar sabotajes, espionajes o fraudes, así como también con la verificación de todo tipo de contratos comerciales, de franquicias, de distribución, etc.
En casos en los que la empresa tenga contacto con el público, el control de calidad del mismo puede ser por medio de agentes encubiertos. Lo mismo puede ocurrir en casos en los que se quiera averiguar si los empleados practican actos de corrupción u otras actividades ilegales que afecten directamente a la empresa.
Dentro de los bienes inmuebles, un detective privado te ayudará a verificar cosas tales como duplicidad de viviendas, subalquileres y muchos otros contratos ilegales.
A la hora de elegir un detective conocido, no debes dejarte seducir por los resultados genéricos o por pruebas escaneadas que de por sí son dudosas, lo que debes comprobar es su historial completo y la experiencia o potencial del investigador para resolver casos.
Los profesionales que tienen un buen conocimiento teórico, que están bien calificados y tienen la capacidad de desenvolverse en situaciones reales, pueden resolver el caso a tiempo. Deben, por contrato, mantener completa confidencialidad de los casos, que en estas situaciones es primordial. Estos profesionales deben estar dispuestos a asumir tareas y funciones con entusiasmo y tratar de realizar su trabajo de forma seria y genuina.
Foto: Detectives Ddl