Según el grupo de investigadores privados Winterman, cada vez son más, las familias que deciden investigar a la pareja de uno de sus parientes con el fin de averiguar si ésta pretende hacerse con el patrimonio familiar. Especialmente, esta situación se produce cuando las parejas de los hijos provienen de países como Brasil, Cuba o Rusia. Tal como afirma Josep Maria Vilamajor, presidente de la Agencia de Investigación e Inteligencia Winterman, “La crisis económica ha disparado los casos de familias que contratan a un detective porque temen que la nueva pareja de un familiar busque solo dinero”.
Durante 2010, el número de encargos familiares para investigar a las parejas extranjeras se dobló. Durante 2009, se celebraron en España alrededor de 30.000 matrimonios mixtos, mientras que en 1997 tan solo hubo 8.000. Ante estas cifras y debido a la desconfianza producida por tópicos derivados de diferencias de tipo económico, estas peticiones que suelen proceder de los entornos más próximos a la persona (padres o hermanos) se han visto enormemente incrementadas.
Además, este grupo de detectives también asegura que se ha producido un incremento de los casos de ocultación de bienes. Cada vez hay más gente que no puede cobrar el dinero que le deben puesto que el deudor se declara insolvente y utiliza testaferros consiguiendo así, esconder su capital.
Por el contrario, los servicios que solían realizarse antes de establecer una relación comercial, como averiguar la existencia y localización de una persona, es decir, si una persona existe, dónde vive, con quién se relaciona, etc. se han visto reducidos puesto que muchos clientes deciden investigarlo por ellos mismos, realizando sus propias búsquedas en Internet.
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