Actualmente, contratar un detective privado para el control de los hijos no es algo raro, ya no solo se ve estas situaciones en la televisión.
El alcohol y las malas compañías son un problema serio para los padres y muchos ya toman la decisión de invertir un dinero en verificar la actividad de los hijos, incluso a la corta edad de 12 o 13 años.
Como están las cosas actualmente ya no es posible simplemente decir no a las salidas de los hijos. Hay casos en los que realmente se juntan a ver películas y solo charlan en ambientes sanos como la casa del amigo, pero otras tantas veces la cosa es muy distinta.
El consumo de alcohol en la adolescencia e incluso en la preadolescencia es un problema actual muy difundido y común. Es por eso que cada vez más, la actividad de los detectives privados tiene que ver con el control de los padres sobre los adolescentes.
Al contratar un detective privado para que haga un seguimiento a tu hijo, estarás contratando un servicio que se adecuará al caso especial. No estamos hablando de un ladrón o ver si alguien intenta estafarte. Es parte de la familia, es tu hijo. El detective privado lo seguirá, tomará fotos, etc. podrá tomar una identidad falsa, incluso acercarse a los amigos, pero en estos casos nunca debe llevar armas o tomar un papel agresivo en la situación de seguimiento.
En muchos casos, el detective encontrará que los problemas no son el alcohol o las drogas. Muchas veces entran en juego las pandillas, sectas u otros grupos a los que el adolescente puede haber entrado por influencia de su grupo de amigos o simplemente por equivocación o dejándose llevar por una pareja. Estos casos deben ser tomados con mucha cautela y precaución.
El detective tendrá que ver casos previos que respalden la peligrosidad de los grupos a los que el adolescente haya entrado y encontrar una vía segura de escape. La mayoría de las veces no es fácil salir de una pandilla o de una secta.