Si crees que tu pareja te engaña y no quieres aceptarlo, puede que te resulte útil revisar algunas señales comunes de infidelidad desarrolladas por un investigador privado para ayudar a obtener una mejor perspectiva de tu situación y ver si una investigación es lo adecuado para estas circunstancias. Un investigador privado puede ayudarte de forma discreta, precisa y asequible.
Todos saben que al tener que contratar un investigador privado tienes que hablar sobre asuntos relativos a tu vida de pareja y no es fácil hacerlo. Con esto en mente, tienes que buscar a un profesional que tenga la máxima discreción y caballerosidad, que al proporcionar servicios de investigación te dará tranquilidad para seguir adelante con tu vida, manteniendo tu dignidad. No tienes que sentirte mal al hacerlo, la verdad aunque dura es mejor saberla.
La mayoría de los investigadores privados, cobran a sus clientes una tarifa por hora de vigilancia, junto al recorrido vehicular y otros procedimientos de investigación que se deban agregar. Los informes procedentes de estas vigilancias deben procurarte con evidencia que el detective haya recolectado la información más clara posible acerca de las actividades de tu pareja.
Los detectives privados han obtenido el conocimiento para poder espiar a tu pareja o cónyuge. Sabrán cómo vigilarla, a dónde va y qué hace, y con quién lo hace. Esto debe ser efectuado de manera profesional, discreta y confidencial. Puede utilizar dispositivos de localización de vehículos y tener un software que proporciona el monitoreo de correos electrónicos, conversaciones en el chateo y su actividad en Internet.
Aunque la vigilancia de la pareja por un investigador privado es una de las herramientas más utilizadas para descubrir la infidelidad, cada circunstancia es diferente, por lo que requerirá medidas distintas:
Vigilancia de la pareja infiel, e-mails, chats, foros y toda su actividad en Internet, seguimiento a su vehículo, espionaje con detección electrónica, seguimiento de emails, fotos y vídeos, identificación de la tercera persona.
Foto: S.Y.R. Detectives