Ver cada mañana coches muy parecidos aparcados cerca de casa, coincidir todos los días con el mismo hombre antes de entrar a trabajar o incluso tener la sensación de que estás siendo constantemente observado por alguien. Cualquiera de estas intuiciones puede denotar de forma fehaciente que estamos siendo investigados, un rastreo que en ocasiones puede poner en serio peligro a todas aquellas personas que nos rodean y nos importan.
Conozcamos o no los motivos principales por los que otros han decidido poner en marcha dicho seguimiento, una de las primeras acciones que deben llevarse a cabo al respecto es iniciar medidas de contra-vigilancia. Para ello es fundamental contratar a un equipo de detectives privados expertos en este tipo de resistencias, que gracias a sus excelentes métodos de investigación descubrirán paralelamente quién se esconde detrás de nuestro reciente acorralamiento.
¿Cómo descubrir que te encuentras bajo vigilancia?
Una vez surgidas las primeras sospechas, la mejor opción para ratificar que alguien te está siguiendo es la observación. Por norma general, la mayor parte de seguimientos suelen ejecutarse en el entorno urbano y laboral más próximo a la persona que está siendo investigada, por lo que basta con cambiar relativamente de hábitos para averiguar si las personas o los movimientos extraños detectados siguen repitiéndose en estas nuevas circunstancias.
No obstante, debido al riesgo que suscitan algunos acechamientos, es fundamental contar con una tercera persona que se encargue de realizar este tipo de tareas. El detective privado, además de solicitar todos los detalles relativos a la vida sentimental y preferiblemente económica de la persona que le ha contratado, aconsejará a su cliente qué tipo de movimientos son los más indicados para iniciar la contra-vigilancia sin que nadie se percate. Para ello pueden emplearse desde seguimientos a pie de calle hasta pernoctaciones, en función de los requisitos que establezca el equipo de investigación.
Discreción y paciencia, las mejores armas de contraataque
Ante todo, para asegurar que la contra-vigilancia no deje rastro y sea efectiva, debe garantizarse un ambiente poco hostil y más bien tranquilo. Este letargo permitirá al detective contratado disponer del tiempo que necesite para conocer todos los detalles relativos a la vida de la persona que ha decidido investigarnos. Si se descubren ciertos movimientos extraños y muy cercanos a nosotros, es fundamental evitar cualquier tipo de enfrentamiento, puesto que de lo contrario puede venirse a bajo toda la operación de contra-vigilancia. Mantener la calma y actuar discretamente es esencial para que nuestra investigación pase desapercibida.