¿Quién no recuerda a la incombustible señora Fletcher, interpretada por Angela Lansbury, resolviendo los casos de la conocida serie de los años 80 Se ha escrito un crimen? ¿Y, en una versión más moderna y española, a las protagonistas de la película Mataharis, de Iciar Bollaín?
El caso es que, aunque durante mucho tiempo hayan sido minoría con respecto a los hombres, las mujeres detectives siempre han existido y son cada vez más numerosas. De hecho, actualmente en España, un 30% de los 1.250 investigadores privados que hay en activo son mujeres –una cifra que ha vivido el mayor aumento en los últimos 5 años-. Y cada vez son más las que buscan poder cursar los estudios correspondientes para obtener la licencia que otorga el Ministerio del Interior –imprescindible para poder ejercer-.
Según indica la presidenta de la Asociación Profesional de Detectives Privados de España, Eva Grueso, hay una parte del trabajo que puede resultar más sencilla siendo mujer: "Tal vez inspiramos más confianza y tenemos más facilidad para entablar conversación". Por lo que cuando el caso requiere, por ejemplo, que se infiltren en alguna empresa o que haya un contacto directo con la persona que se investiga, es posible que ellas partan con cierta ventaja con respecto a los hombres.
Igualmente, y tal y como comentan algunas investigadoras privadas, el hecho de que la imagen del detective se haya asociado tradicionalmente a los hombres les suele ayudar a pasar más desapercibidas.
En el ámbito de las desventajas que puede tener el ser mujer en el mundo de las investigaciones privadas, las profesionales destacan cierta vulnerabilidad en algunas situaciones o zonas especialmente peligrosas. Pero también especifican que, precisamente por ello, es más difícil levantar sospechas –los investigados pueden pensar que ninguna mujer podría seguirles en según qué condiciones-.
No obstante, la profesionalidad y la discreción absoluta son características fundamentales que requiere la profesión y, en estos casos, ambos sexos parten en igualdad de condiciones y se trata más de analizar las aptitudes personales de cada investigador sin diferenciar si es hombre o mujer.
Respecto al tipo de casos que suelen investigar, destaca que muchas detectives autónomas no aceptan seguimientos relacionados con la pareja o las infidelidades. Entre las justificaciones que aportan se encuentra el hecho de que, desde su punto de vista, el terreno sentimental implica un morbo del que prefieren mantenerse completamente al margen y, por otra parte, suelen requerir seguimientos muy personalizados y mucho más sacrificados –que pueden implicar viajes, salidas nocturnas, etc.- que no siempre compensan.
FOTO: Brinvest Detectives